Los principales monumentos de los espacios públicos de la capital cambiaron fueron iluminados de rosa esta semana, para recordar, como cada 19 de octubre, el Día Mundial del Cáncer de Mama.
La estatua de la Libertad, obra de la escultora tucumana Lola Mora, es uno de los íconos de la ciudad y está emplazada desde hace más de un siglo en el centro de la plaza Independencia. Desde hace al menos tres días, con reflectores, fue "pintada" de rosa.
Lo mismo ocurrió con la Pirámide de Chacabuco, de la plaza Belgrano, que sorprendió a los vecinos de barrio Sur, que concurren todas las noches para desarrollar actividades al aire libre.
El obelisco, el monumento más antiguo de la ciudad, fue mandado a levantar por el propio Manuel Belgrano, en la zona que ocupaba la vieja Ciudadela.